Soy un melómano confeso y tengo además la suerte de vivir en un chalet que tiene un sótano bastante grande. Así que pensé en montar una especie de bar privado para mis amigos donde pudiésemos pinchar nuestros discos favoritos o los últimos descubrimientos que hubiésemos escuchado. Además, también podíamos tocar, eso sí, sin pasarnos, que tampoco estaba tan insonorizada.
Aunque mis deseos de comprar una buena mesa eran grandes, mi desconocimiento sobre el tema era grande, por lo que buscaba una tienda que fuera fiable y que me asesorase sobre la mesa que se podía ajustar más a mis necesidades.
Me decidí por comprar online, ya que te ahorras un buen dinero y hablaban bastante bien de la tienda en Internet. La tienda se llamaba Comercchamen y antes de comprar una tabla Pioneer, llamé para preguntar, donde me dijeron que era bastante buena y que, si bien no era de alta gama, sí que tenía buenas prestaciones, siendo más que suficiente para lo que buscábamos.
Procedí a efectuar la compra y tocó esperar pocos días a tenerla en casa. Dice mi mujer que parecía un niño la mañana del día de reyes, y no le falta razón, siempre adoré las mesas de DJ, tantas lucecitas, teclas y posibilidades.
Me veo teniendo que tomar unas clases de DJ, algo que a lo que mi amigo Carlos seguro que me ayuda. En las 3 semana que lleva la mesa en mi sótano ya hemos tenido dos fiestas de sábado noche que terminaron con todos bailando al ritmo de canciones de los años 90. Desde luego que somos unos melancólicos.
Los chicos ponemos desde grunge a un metal, ellas techno noventero y canciones pop. Los gustos son variados, pero el éxito y la diversión son seguros. Además, sirve para que algunos amigos con los que antes no nos veíamos tan de seguido se animen a venirse y quedarse a dormir.
Más planes para la música
Me parece que mi próximo paso para el 2017 será forrar toda la habitación para que tenga un aislamiento acústico para que incluso podamos tener la música con el volumen que nos guste. Siempre me ha encantado la música alta y si podemos poner remedio a la música bajita mucho mejor.
Así que ya sabéis, si tenéis ganas de una buena mesa de mezclas con la que pasar buenos ratos en vuestras fiestas, es posible. Para nosotros es una manera de ocio más y mi hijo de 12 años quiere aprende, nunca se sabe, algunos DJ aprendieron de esta manera.
Yo siempre soñé con pinchar en una discoteca y no tener que aguantar los temas muchas veces soporíferos o que no me gustaban en el pueblo. Ahora 20 años después no estoy en una discoteca, estoy en mi sótano, pero pincho y pongo lo que quiero para el mejor de los públicos, mi familia y mis amigos, las copas no son de mala calidad y tampoco tengo que pagar por entrar como cuando era jovencito. Creo que nunca es tarde para la música ¿no?