Una mudanza sin moverte de casa
Si hay una palabra que odio esa es mudanza. Es escucharla y me entran escalofríos. Un sudor frío me recorre el cuerpo. Desde las piernas a la cabeza. Y lo sé por experiencia propia. Y es que no hay nada peor que tener que hacer una mudanza. Y no lo digo por los posibles motivos sentimentales que puedas dejar atrás.