Si trabajas desde casa, elegir el mobiliario que ocupará tu espacio de trabajo es probablemente una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar, así que tómatela en serio.
Seguramente tendrás que pasar muchas horas sentado, por lo que tu mejor amigo habrá de ser tu sillón o silla de escritorio y también el artículo en el que deberás hacer una mayor inversión.No dudes en acudir a una tienda especializada en este tipo de mobiliario para asesorarte. Una vez allí, pasa el tiempo necesario probando asientos y trata de imaginar si serías capaz de pasar cantidad de horas allí.
No cabe duda de que el diseño es importante para lograr que el espacio de trabajo sea agradable y acogedor, pero procura dar prioridad a la comodidad y a la salud postural. Esto significa que tu sillón deberá respetar la forma de tu columna, recogiendo de forma especial la zona lumbar y la cervical.
Como estás en casa, puedes complementar tu confort con almohadillas cervicales y lumbares.
Por último, vigila la altura del asiento y asegúrate de que sea regulable, ya que ambos pies deben tocar el suelo cuando estés sentado. También puedes usar un reposapiés o escabel para variar a una postura más confortable.
Recuerda no cruzar las piernas y levantarte de vez en cuando para dar un paseo por la habitación, ir al baño o beber agua. Todo esto favorecerá tu circulación.
Los reposabrazos son opcionales, ya que lo más probable es que pases más tiempo apoyado en la mesa.
Así que siéntate y… ¡A trabajar!
