Cuando hablamos de problemas dentales, generalmente, pensamos directamente en adultos o adolescentes. Evidentemente, las muelas picadas, la mala posición de los dientes o la necesidad de endodoncias, son cosa de mayores.
Olvidamos muchas veces la importancia de salud bucodental en los adultos, cuanto mas en los pequeños de la casa. Si no se ve el problema es que no debe existir. Pero existe. Los bebes también pueden presentar problemas en la boca o tomar hábitos que desemboquen en una mala dentición que les obligue a visitar al dentista con más frecuencia de la necesaria.
Del mismo modo que hay médicos pediatras, especialistas en bebes y niños hasta los 14 años, existe una rama de la odontología que se encarga por igual, de los infantes.
La odontopediatría, se encarga de las posibles enfermedades bucodentales que puedan presentarse desde la primera infancia hasta que el crecimiento termina. Durante esta etapa, el odontopediatra se hará cargo de la revisión bucal y las posibles anomalías que puedan presentar los dientes de leche.
Con una atención temprana y una buena educación en lo que a higiene bucodental se refiere, se pueden evitar problemas en el futuro.
Cuando llevar al bebe al dentista
Se aconseja que la primera visita al dentista se realice cuando el bebe tenga un año de vida. En ese primer contacto, se comprobará el correcto crecimiento de la mandíbula, la evolución de la erupción de los dientes de leche y la existencia de alguna caries. Tras hacer una primera valoración, se recomendará una visita anual. Durante estos primeros años, se consideran meras visitas preventivas.
Como aconsejan los profesionales de La Chicuela es acudir al odontopediatra para aprender como cuidar la salud del bebe y enseñarle gradualmente las técnicas de cepillado e higiene dental adecuadas para su edad.
Los dientes de leche empiezan a formarse en la quinta semana de embarazo para ver la luz a partir del sexto mes de vida. Esta primera dentición, termina su ciclo durante el segundo año de vida.
Uso del cepillo
Desde el momento en el que los primeros dientes comiencen a salir, es conveniente limpiarlos con una gasita. Una vez salgan las muelas, lo mejor es el uso de un cepillo dental acorde con la edad del niño.
No será hasta los cinco o seis años de edad que el niño pueda lavarse el solo los dientes. Hasta que sea capaz de hacerlo de la manera correcta, deberá contar con la supervisión de un adulto.
La rutina del cepillado debe llevarse a cabo después de cada comida y antes de irse a dormir. No se debe utilizar más pasta de dientes que el tamaño de un guisante y desde el primer momento, con flúor.
Antes del tercer año, la limpieza debe realizarse solo con las cerdas del cepillo. Este debe ser suave y de tamaño adecuado. A partir del sexto año, habrá que duplicar la cantidad de pasta dental y se recomienda el uso de pastas normales, no infantiles. Estas no parecen ser especialmente eficaces por lo que es preferible adaptar la cantidad que se utiliza.
El chupete
¿Qué hacemos con el chupete? Para evitar posibles malformaciones en el desarrollo tanto dental como maxilar o una mordida cruzada, lo mejor es retíralo a partir de los tres años. Cierto es que algunos de los problemas que se pueden generar con el uso reiterado del chupete se corrigen, pero se puede evitar en gran medida.
En esos casos en los que en lugar de un chupete, el peque se chupa el dedo, es más importante todavía desacostumbrarlo. Las consecuencias de mantener esa práctica durante demasiado tiempo puede desembocar en un cambio de orientación en las arcadas, mordida abierta, deformación del paladar o alteraciones del lenguaje.
Cuáles son las enfermedades más comunes
En España, sobre el 31% de menores de seis años sufren caries en una o más de sus piezas dentales. El tratamiento en este periodo es de vital importancia para evitar complicaciones en el desarrollo de la dentición permanente.
Es de sobra sabido que hábitos y alimentos producen esta indeseable infección en los dientes. Por esa razón, la prevención puede resultar más fácil Evitando que el niño coma ciertos alimentos de forma indiscriminada, añadiendo más fruta y verdura a su dieta y enseñándole buenos hábitos de higiene, gozará de una mejor salud bucodental.
Otra de las afecciones más comunes durante esa primera infancia son los traumatismos dentales. Los accidentes pueden ser el pan de cada día entre infantes y niños. Darse golpes jugando o mientras aprender a dar sus primeros pasos, es algo inevitable. En caso de que ocurra y la dentadura se vea afectada, lo mejor es acudir al dentista, ya que un golpe puede derivar en una mala formación.
Tratamientos odontopediátricos
Cuando alguno de los dientes o muelas se ve afectado por una caries, el tratamiento consiste en realizar una obturación o empaste. A modo preventivo, existen tratamientos selladores de surcos o fisuras. En este caso se rellenan esas fisuras para proteger la pieza de las posibles infecciones.
El tratamiento se lleva a cabo eliminando toda la caries y dejando esa parte de la pieza limpia para posteriormente, rellenarla.
Si la caries es más profunda y afecta al interior del diente, puede ser necesaria la realización de una pulpectomía. Este procedimiento es similar a la endodoncia.
Cuando la dentadura muestra signos de debilidad o simplemente para fortalecer el esmalte y ayudar a prevenir la caries, existen tratamientos de flúor.
Para el caso de que haya que corregir cualquier anomalía en el desarrollo de la mandíbula o los dientes, existen varios tratamientos disponibles. La ortodoncia, como se conocen estos tratamientos, se pueden llevar a cabo de dos formas: ortodoncia interceptiva o funcional, o fija.
Estos tratamientos son aplicables respectivamente a partir de los seis años y una vez la dentición de leche ha dado paso a la fija.
En cuanto a la ortodoncia fija, existen cuatro tipos de aparatos correctores: brackets metálicos, brackets de autoligado, ortodoncia estética y ortodoncia invisible. Pero esto es para cuando ya no son tan babys.
Como se puede apreciar, la importancia de la higiene bucodental debe hacerse desde el primer momento en que los dientes empiezan a asomar por la encía. Cada etapa de la vida requiere de unos cuidados y atenciones, por ello hay que darle la importancia máxima a esta cuestión ya que puede evitar muchas molestias en el futuro.