La pintura plástica, un buen producto para decorar nuestro hogar

Tras la pandemia hemos sido muchas las personas que nos hemos dado cuenta realmente de como estaba nuestro hogar y es que tras pasar tantas horas encerrados en él, nos hemos dado cuenta de que su disposición no era eficiente, de que era muy pequeño o directamente de que lo teníamos muy descuidado.

Es por ello que la pandemia disparó las obras en las casas para darles una nueva vida y, así, además de revalorizarlas, también hemos conseguido hacer de ellas un lugar mucho más agradable y acogedor. Así, el repintado de paredes y techos, el cambio de suelos o de mobiliario han sido algunos de los grandes protagonistas de estos últimos años. Y, como no podía ser menos, dentro de estos protagonistas tenemos una serie de productos que, sin duda alguna, han sido los verdaderos reyes de la escena.

Así, la pintura plástica ha sido y es uno de estos productos estrella de los que os hablamos, ya que sus propiedades son múltiples y muy variadas. En este sentido, este producto se compone de una emulsión acuosa de resinas cuyo secado se hace por polimerización y, en concreto, se trata de una de las pinturas más utilizadas en estancias interiores.

Y es que la pintura plástica, tal y como la conocemos hoy en día, está formada por un medio vinílico y un pigmento, además de cargas, que son las responsables de dotar a la mezcla de la densidad y el cuerpo adecuados. Pero, como os decimos, las propiedades de esta pintura la hacen un producto muy versátil ya que, entre otras, goza de propiedades como:

  • Se seca de forma rápida y tiene gran poder de cubrimiento, unos rasgos que facilitan la aplicación de la pintura.
  • Es lavable por lo que, en un momento dado, puede resistir un frote con una bayeta o un trapo húmedo en función de la calidad de la pintura. Una vez ha secado, el acabado es mate o satinado, según la pintura escogida, y permanece inalterable en el tiempo.
  • Su olor es escaso a diferencia de otras pinturas, y es que la plástica apenas desprende olores, por lo que podría considerarse prácticamente como inodora. Esta característica hace que sea una pintura apta para interiores, tal y como nos apuntan los expertos en la materia de Decolor, quienes trabajan en su día a día con este tipo de productos y conocen de primera mano que esta es una de las mejores opciones para interiores.
  • La pintura plástica puede aplicarse sobre materiales tan diversos como yeso, cemento y derivados, metal o madera. En estos dos últimos casos debe aplicarse imprimación, ya que la imprimación prepara la superficie para la correcta adherencia de la pintura. Si bien, puede que queden marcas después de su aplicación dependiendo de las herramientas empleadas.
  • Resiste en zonas con un cierto grado de humedad ambiental. Es una pintura muy práctica en estancias como cocinas y baños, siempre y cuando sea en acabado mate, mientras que se desaconseja en superficies que estén en contacto directo con el agua.
  • Puede aplicarse en superficies que ya tengan una mano de esta pintura. No supondrá ningún problema para la fijación de la nueva capa, por lo que es un potente aliado para cambiar la decoración de las paredes de nuestra casa con menos esfuerzo del que pensamos.

A la hora de pintar, ¿cómo se aplica la pintura plástica?

A medida que ha ido aumentando el uso de este tipo de pintura también ha ido creciendo el número de personas que nos hacemos esta pregunta, pero lo cierto es que aplicar la pintura plástica es sencillo. En este sentido, antes de nada, debemos asegurarnos de que la pared está limpia y para ello debemos dejar la superficie libre de polvo y de focos de humedad que después pueden transformarse en manchas indeseadas.

Tras ello, extenderemos la pintura en forma de W. El buen cubrimiento de la pintura hace que aplicarla sea más sencillo de lo que creemos, por lo que debemos cargar la brocha o el rodillo con la pintura adecuada y empezar a pintar en forma de W. En este sentido, un alargador nos facilitará la tarea, ya que conseguiremos trazos más largos con menos esfuerzo.

Por último, debemos de cubrir los huecos que quedan. Así, una vez marcamos el primer trazo, volveremos cubriendo los huecos que no hemos pintado en la primera pasada. Si fuese necesaria una segunda mano de pintura, no debemos de tardar en aplicarla porque puede haber trozos que se hayan secado antes, lo que repercute en que el resultado no sea el deseado.

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