Horas y horas en el sillón viendo deporte, también puede provocar que nos echemos amigos. Aunque en este caso, el amigo que nos va a acompañar no es un buen compañero de viaje. Y es que, si pasamos muchas horas sin levantarnos del sillón, esto puede provocar que acabemos con apnea. ¿Cómo? Pues muy fácil. La vida sedentaria nos hará engordar, pasaremos a la fase de la obesidad. Y precisamente esta enfermedad es la primera consecuencia de tener apnea del sueño.
Si no te animas a levantarte ahora mismo del sillón y ponerte a hacer algo de ejercicio. Te vamos a contar un poco más sobre las consecuencias que podemos tener de padecer apnea de sueño. Si tienes apnea leve del sueño, es posible que el único tratamiento que necesite sea hacer unos cambios en sus actividades o hábitos diarios.
Los ronquidos son molestos, pero en momentos se puede convertir en peligrosos. Sobre todo si tienen una duración que es superior a 10 segundos. Éstas, en ocasiones pueden alcanzar los 60 o 120 segundos. Es característico de la apnea que dichas pausas se intercalen entre el ronquido. La aparición de las apneas se debe a la existencia de un colapso total o casi total (se habla entonces de hipopneas) en el interior de la faringe. Las apneas suponen un cese transitorio de la respiración y no deben de confundirse con la parada cardiorespiratoria, ya que durante las apneas el corazón continúa latiendo.
Hábitos diarios
En primer lugar lo que tienes que hacer es bajar de peso. Si tienes sobrepeso o eres obeso tienes muchas papeletas para que te toque en el sorteo. Incluso una disminución leve del peso puede mejorar los síntomas, y comenzarás a notar que no te despiertas sobresaltado.
A la hora de dormir, tienes que hacerlo de lado en vez de dormir boca arriba para mantener la garganta despejada. Puede dormir con almohadas especiales o camisas que le impidan dormir sobre su espalda. Y es que, quizás tú no lo notes, pero seguro que tu pareja de cama, lo nota. Es más, incluso cuando la apnea es muy grave, hay más de uno que se llega a despertar con sus propios ronquidos.
Hay que mantener las vías nasales despejadas por la noche con atomizadores nasales o medicinas para la alergia si es necesario. Tienes que preguntar al médico si estos tratamientos pueden servirte.
Normalmente el tabaco y el alcohol no son buenos para nada, y en este caso, para la apena es lo peor que puede haber. Por eso tienes que evitar el alcohol y las medicinas que se produzcan sueño, ya que eso es lo que dificulta a la garganta mantenerse despejada durante el sueño.
Apnea severa
Hasta aquí una apnea leve, pero esto puede ir aumentado. Y cuando la apnea es severa, al margen de los problemas descritos, se produce un aumento del riesgo de enfermedades como la hipertensión arterial, un riesgo incrementado de cardiopatía isquémica, es decir, una angina de pecho, e incluso infartos, diabetes y de accidentes cerebro vasculares. De no seguirse un tratamiento para la apnea del sueño, se puede producir a lo largo de los años un cierto incremento de las cifras de mortalidad. Ahí es cuando ya te tienes que meter en profesionales.
Si acudes a una clínica dental también te pueden echar una mano. Uno de los mejores métodos, como apuntan desde la Clínica Dental Ferrer, es usar prótesis bucales. El médico también le puede recomendar estos dispositivos si usted ronca fuertemente pero no tiene apnea del sueño.
El odontólogo te puede hacer un dispositivo bucal de plástico que sirva para el tratamiento de la apnea del sueño. El dispositivo ajusta la mandíbula inferior y la lengua para mantener despejadas las vías respiratorias durante el sueño. Es un método muy seguro para poder evitar esos molestos ronquidos.
Ya para terminar, nos metemos en problemas más graves. En este caso, se realiza la presión positiva en las vías respiratorias (CPAP, por su sigla en inglés). Es el tratamiento de la apnea del sueño más frecuente cuando esta es entre moderada e intensa en adultos. El equipo de CPAP tiene una mascarilla que cubre la boca y la nariz, o solo la nariz. El equipo envía aire suavemente a la garganta. La presión del aire ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
La apnea llega a ser un problema tan complicado, que a veces no queda otra que realizar una cirugía. El tipo de cirugía y el efecto que ésta tenga dependen de la causa de la apnea del sueño. Y después de leer todo esto, ¿te animas a levantarte del sillón y hacer un poco de ejercicio?