Cada año son miles los aspirantes a quedarse con una de esas deseables plazas que se logran por oposición y que deben enterrarse entre libros y simulacros hasta memorizar como si grabadas en sangre, las lecciones del temario y los conocimientos necesarios para lograr el éxito.
Una oposición es una meta que exige motivación, disciplina, mucho trabajo y una pizca de suerte. No solo se trata de tener las capacidades necesarias para cumplir con las exigencias del examen, sino que también hay que colocarse entre los primeros lugares de los listados de rendimiento que se elaboran para organizar a todos los aspirantes y de los cuales solo algunos quedan. Es decir, no solo compites contra las preguntas y diferentes pruebas, sino también contra los otros aspirantes.
Para ello, muchos estudiantes suelen acudir a academias especializadas en este tipo de servicios de enseñanza, mientras que otros suelen contratar preparadores, ya sea a nivel online o presencial, que les prepare para la prueba.
Pero, ¿qué pasa con esos casos que por cuestión de presupuesto no pueden acceder a este tipo de apoyos? Pues que deben asumir el reto de prepararse por su propia cuenta, recolectando todo el material posible por medios propios, elaborándose su propio plan de estudio y cumpliendo con constancia y responsabilidad con cada uno de los objetivos de estudio.
No es una tarea fácil, para ello se requiere mucho sacrificio. Pues el trabajo de estudiar se duplica al tener que ser nosotros mismos alumno y profesor y al ser nosotros quienes estemos al pendiente del cumplimiento de nuestras propias horas de estudio y nuestros resultados.
No obstante, aunque es difícil, esto es posible. De los más de 120.000 opositores que se presentan al llamado de la prueba el 33% se preparar por su cuenta. Así, hacen lo necesario para compaginar el trabajo con el estudio, y no se detienen ante el primer rechazo, sino que vuelven acudir una vez más a probar suerte hasta conseguirlo.
Si este es tu caso, hemos consultado con el equipo de preparadores profesionales de Oposiciones Enseñanza y te contamos todos los consejos que nos han facilitado.
¿Se puede lograr?
La primera pregunta que de seguro va a asaltarte es si lograrás quedarte con la plaza preparándote tu solo, preparado a tirar la toalla ante una negativa que asome que todo será una pérdida de tiempo y esfuerzos mal encaminados.
Es una verdad que opositar es un gran trabajo, tómalo como un trabajo igual que el que tienes ahora mismo y con el que deberás cumplir, de aceptarse la misión, después de tus horas laborales, sacrificando horas de descanso, sueño y disfrute personal. No te podrás brindar flexibilidad y más bien deberás ser muy cumplido con los horarios y las metas de estudio que te propongas. De hecho, tendrás que elaborar un calendario con fechas topes para tus objetivos, el cual deberás cumplir al pie de la letra.
Pero, si que es posible y la clave está en la forma en la que prepararás tu oposición. Para ello, deberás comenzar por decidir cual serpa tu estrategia de estudio.
Decide tu estrategia de estudio
Esta debe ser la que más se adapte a ti y que, tienes la ventaja, que tu de seguro puedes dar con ella y podrás aplicarla sin tener que perder tiempo en aulas enormes con cientos de alumnos.
Pero, aún más importante será el factor de la organización, autodisciplina y constancia, entre otros valores y aptitudes de las que deberás demostrar valía para completar con tus objetivos, recuerda que esta vez no tendrás nadie que supervise tu evolución y quien te hale las orejas si abandonas.
Igualmente te recomendamos investigar sobre los diferentes métodos de estudio que utilizan los preparadores para tener una idea de cuales son las estrategias a implementar, y que sea deesa base de elecciones que seleccione el que más se adapte a ti.
Consigue el temario
Las mejores oposiciones para preparar por nuestra cuenta son aquellas que tienen un temario corto que se te pueda hacer fácil de estudiar por tu cuenta. Mejor si estas no son de esas que tiene pruebas físicas o requisitos especiales con los que cumplir y que podría dificultársete la preparación al tu no ser un experto en la materia o no tener los medios para preparar ese extra especial.
Eso sí, no olvides verificar que el temario esté actualizado. No está de más si tienes el de otros años para tener una noción de todo lo que se pide, pero no debes dejar de estudiar con el del año correspondiente a tu prueba.
Consigue exámenes de otros años
Otro material que te servirá de ayuda serán los exámenes de años anteriores, ya que así te podrás familiarizar con su organización, las instrucciones, el tipo de preguntas y respuestas y practicar con algunos ejemplos reales.
No te conformes con el material que tienes
Aunque creas que ya estás hecho con el temario y los exámenes anteriores, no te des por vencido en la búsqueda de más material. Ningún material es suficiente, y si sigues buscando podrías conseguir uno mejor.
Busca ayuda puntual
Que no quieras llevar a cabo el curso completo con una academia o preparador, no quiere decir que cada cierto no puedas pagar una sesión con un experto en materia que te ayude a resolver dudas puntuales que hayan aparecido durante tus estudios o a darte una mano extra con algún punto del temario que se te haga muy difícil.
Busca feedback
También sirve unirte a conocidos que se estén preparando, ya se a por cuenta propia o por una academia, para compartir impresiones, dudas, materiales y feedback. Al no estar en un ambiente de estudio tradicional, sino estar por tu cuenta, necesitarás de otros ojos que pongan algunas cosas bajo perspectiva sobre todo si te cuesta autoevaluarte.
Por ejemplo, si no conoces a nadie cercano con quien compartir el camino hacia las oposiciones, existen muchos foros en Internet que te ponen en contacto con otros aspirantes como tu.
Busca un entorno favorable para el estudio
Ya que estudiarás por tu cuneta no decidas hacerlo en la cama o en la incomodidad del metro de camino al trabajo. Depara un tiempo a la semana para hacerlo que encaje dentro de tu plan de estudio, cumple con este horario y habilita una zona de tú casa para dedicarte al estudio.
Por ejemplo, puede ser la oficina de casa, un escritorio alejado de elementos que puedan distraerte, incluso, la biblioteca. La idea es que en esta zona puedas abstraerte sin tener distracciones.
Ve paso a paso
No creas que el compromiso de estudiar por tu cuenta se trata de encerrarte un fin de semana entero a estudia el temario hasta que te sangren los ojos. Se trata de tener un horario de estudio em el que dediques cierto tiempo al día o la semana para ir repasando los temas en una división hecha concienzudamente. Es cuestión de ir lentos, pero seguros.
Elimina las distracciones
Sabemos que no se puede estudiar siendo presa de las distracciones Por eso debes buscar la forma de meterte de cabeza en los estudios por muy cansado que estés o por muchas cosas que debas resolver en tu rutina diaria. No solo se trata de tener un espacio idóneo para ello, sino también de aplicar estrategias y hacer el trabajo mental de mantener la concentración pase lo que pase.
Cumple con objetivos
Volvemos a recalcar la importancia de establecer objetivos de estudio realistas y cumplir con ellos. Sin embargo, aprovechamos para decirte que si en algún momento te retrasas, no te culpes ni te castigues, esto pasa hasta en las mejores academias. Muchas veces los alumnos se quedan atrás con algún tema y luego vuelven a retomar.
Realiza simulacros
Una de las estrategias más importantes a aplicar en la preparación a una oposición son lo simulacros de la prueba, en los que se realizan las mismas partes que esta tendrá, en el tiempo real estipulado para cada una y en un ambiente lo más parecido posible al que se tendrá en ese momento.
Esto para probar los nervios, la rapidez y la preparación del aspirante en un momento que asemeje lo más posible al de la prueba. Así, se conseguirán los fallos en los que hay que seguir trabajando hasta lograr la excelencia.
No porque te prepares por tu cuenta debes saltarte este paso. Prográmate y evalúate tu solo.
Asume el riesgo
Siempre ten presente que son muchos los aspirantes al año que no son seleccionados no importa lo mucho que se han preparado. Más allá de decírtelo para ser pesimistas y desalentarte, es para que tomes en cuenta que quizá te toque repetir todo el esfuerzo un siguiente año y así hasta que lo logres.
Muchas veces no se logra al primer intento, pero si nos lo proponemos una segunda vez, verás que en la segunda vuelta, con más experiencia y más control sobre la prueba, las estrategias y el temario, tus oportunidades de quedarte con la plaza aumentan.