Como en casa en ningún sitio

Bien lo dice el refrán: como en casa, en ningún sitio. Y así es… El fenómeno denominado “cocooning”, un término inglés que proviene de la palabra “cocoon” y que significa literalmente “capullo”,  fue utilizado por primera vez en los años 90 por una consultora estadounidense llamada Faith Popcorn que lo usó para describir a un individuo agazapado en su casa, como si de una trinchera se tratara, pero rodeado de todo tipo de aparatos modernos y tecnológicos para facilitarle su día a día y permitirle así vivir una vida cómoda, estando, a la vez, conectado en cada momento con el mundo exterior. Una vida aseptizada para protegerlo de cualquier riesgo. Hay que saber que en sus inicios el “cocooning” se asociaba más bien a las personas con problemas o con pocas habilidades sociales.

A día de hoy, sin embargo, ya no es el caso y ello se debe en gran parte a la llegada de la terrible crisis económica. Pues, quedándose en casa uno,  obviamente, se ve obligado a ahorrar. Y bueno, poder acurrucarse en un sofá o sillón con una suave mantita posada sobre el cuerpo y estar al calentito, ¡la verdad es que no tiene precio! Reconozco que yo soy el primero en hacerlo en cuanto llego a casa o puedo. De hecho, para estar más relajado me compré hace poco un sofá blanco de diseño de lo más cómodo y bonito en la tienda online Dismobel. Esta fabulosa tienda propone unos muebles espectaculares para los clientes sumamente exigentes. Los más de 50 años de experiencia en el sector del hábitat, distribución de muebles de las mejores marcas y fabricación de muebles a medida, demuestran y dan fe del buen hacer y de la calidad de los muebles de esta tienda en la que se puede comprar de forma fácil, rápida y totalmente segura.

El “cocooning”, una tendencia que va ganando cada vez más adeptos

El “cocooning” es una tendencia que va ganando cada vez más adeptos, y la causa de ello se debe en gran parte a la crisis tan grave en la que no sólo España está sumergida sino gran parte de los países del mundo. De pronto, con la crisis hemos tenido que reorganizar nuestras vidas y aficiones, y meternos en nuestras casas para poder ahorrar. Nuestros hogares se han convertido en un nido cálido que nos proporciona la seguridad que el mundo exterior no nos ofrece. Salimos menos de bares, a comer o a cenar fuera, y a ello preferimos rotarnos y quedar en casa de uno u otro para comer, ver una película, un partido de fútbol, jugar a la play, etc. Se sacan entonces unas cervezas y algo para picar y se pasa un agradable momento con los amigos.

La ventaja de esto, es que gastamos mucho menos. Pasamos más horas en el sofá, más tiempo mirando la tele, etc., tal y como se vaticinó hace unos años: los españoles al igual que el resto del mundo nos hemos puesto en modo “cocooning”. Hacemos nuestras compras por Internet y estamos todo el día conectados a las redes sociales y demás, hablando con amigos virtuales o no, a gustito en nuestros cálidos hogares que nos protegen del cruel y duro mundo exterior. Pero… ¡cuidado! No vale cualquier casa para el denominado “cocooning”.

En efecto, el sitio para ello debe ser bonito, elegante, cálido y cómodo, tiene que ser lo suficientemente agradable para transmitir seguridad y ganas de quedarse en tan paradisíaco lugar, ahí todo debe serorden y belleza, lujo, calma y voluptuosidad”, tal y como lo escribió el poeta francés Charles Baudelaire. Por esa razón son tan importantes los muebles, la decoración y el ambiente de la casa y, por eso mismo, son cada vez más numerosas las tiendas como la de Dismobel, que proponen a sus clientes amplios catálogos de muebles online con las últimas tendencias en muebles y decoración para conseguir un hogar único, con un estilo y personalidad propios y satisfacer de tal forma al “cocooner” más exigente y esteta. Y visto lo visto, parece ser que esta tendencia no se vaya a acabar por ahora, sino todo lo contrario. Todavía son muchos los años que le quedan…

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