En un mundo en el que es tan importante cuidar de la imagen personal que se desprende de cada uno de nosotros y nosotras, cada cosa cuenta. Por muy insignificantes que nos puedan parecer los detalles, lo cierto es que cualquier complemento del que dispongamos nos puede conferir una estupenda imagen que nos puede reportar una serie muy grande de beneficios personales. Si todo el mundo está cuidando de cada detalle en lo que tiene que ver con su persona es por algo y no podemos permanecer ajenos y ajenas a esta tendencia.
Uno de los grupos de objetos que cuenta con una mejor posición en lo que respecta a ofrecer esa imagen de la que hablamos es el de las joyas. Un collar, unos pendientes o una pulsera pueden decir mucho sobre nosotros o nosotras y lo cierto es que no debemos desperdiciar la oportunidad de ganar enteros en el círculo en el que nos movamos a través de esos objetos. La sociedad en su conjunto tiene cada vez una consideración más grande al respecto de este tema y eso, como no podía ser de otra manera, está revitalizando el interés por las joyas tanto aquí como en otros lugares del mundo.
El interés por las joyas, eso sí, se está produciendo de una manera muy diferente a como se ejercía en el pasado. Y es que está creciendo en un entorno como lo es el comercio electrónico, un sistema de compraventa que ha venido para quedarse en todos los sectores y que, desde luego, al mundo de la joyería le ha venido de perlas (nunca mejor dicho) para despertar el interés ya no solo del público que siempre ha estado interesado en productos de este sector sino también para captar un tipo de público nuevo y que nunca antes había demostrado ninguna conexión con artículos de joyería.
Comprar por Internet es ya una de las acciones más cotidianas que podemos desempeñar a lo largo de un día normal en nuestra vida y eso le está dando muchas opciones a sectores que parecía que, después de varias crisis económicas importantes, podían ver disminuida su influencia. Uno de los mejores ejemplos de ello lo pone el negocio de la joyería, que ha tenido la capacidad de recuperar su energía de acuerdo a las cifras de negocio que se han venido manejando desde el final de la pandemia hasta la actualidad. Este dato nos lo confirma Serrano Joyeros, ya que destacó por ofrecer a sus clientes facilidades relacionadas con el ecomerce durante la pandemia, y algunas de ellas llegan a mantenerse en la actualidad.
En un estudio desarrollado por Statista podemos ver algunos de los datos que nos deja el mercado de la joyería en su versión ligada al ecommerce. En el último trimestre del año 2021, esa facturación ya fue de 29 millones de euros, una cifra superior a la que aparece en el primer momento que tiene en consideración el estudio, que es el año 2014. Está claro que esta manera de comprar y vender ha venido para quedarse y que el negocio de la joyería no quiere quedarse atrás en ese sentido ni mucho menos.
El mundo de las redes sociales, idóneo para este tipo de negocio
Si hay un sector que ha estado íntimamente ligado al de la joyería y que le ha venido muy bien en términos de promoción, ese ha sido el de las redes sociales, que también tiene una poderosa influencia sobre la imagen de la gente, al igual que las joyas. No resulta extraño, por tanto, que tantas personas de las que suelen tener diferentes perfiles en redes como Instagram o TikTok hayan mostrado interés, por primera vez en su vida, en todo lo que tiene que ver con el mercado de la joyería.
Todavía no sabemos hasta dónde puede llegar la conexión entre estos dos mundos, pero lo que está claro es que se alimentan entre sí. Los posts en redes que tienen alguna joya como protagonista suelen recibir bastantes visitas, me gustas e interacciones, mientras que para las joyerías supone una posibilidad más de promoción y para el aumento de su facturación, tal y como hemos indicado. Es un «win-win» y, como lo que funciona no ha de ser tocado, suponemos que la conexión va a seguir existiendo durante muchos años más.
Por si fuera poco, resulta que el mercado de las joyas tiene una conexión muy grande también con el mundo de los famosos y famosas. La repercusión de lo que hacen estas personas es total y los productos que anuncian o que recomiendan (en el caso de los y las ‘influencers’) suelen tener una visibilidad muy alta. Y de eso también está sacando provecho una joyería que, desde luego, tiene más oportunidades que nunca con todo lo que rodea al marketing digital y la venta online. La realidad en la que vivimos se está encargando de demostrar una y otra vez que este negocio está de todo menos muerto.
