Hay elementos que queremos tener para nuestro hogar y que van a definir quiénes somos y lo que queremos para nuestro día a día. Una de las cosas a las que más importancia le debemos dar y que, de hecho, la gente suele valorar más, es la relacionada con la decoración en todos sus sentidos. Es clave para alcanzar la felicidad que cada día veamos las paredes pintadas del color que queremos, los cuadros que nos parezcan más bonitos y la distribución exacta de los espacios que nos resulte más cómoda. Desde luego, estas son las cosas que van a ir sumando poco a poco argumentos para que podamos decir que tenemos la vida que queremos.
La verdad es que todos y todas, en alguna ocasión, hemos tenido que pasar por una reforma en nuestro hogar. Siempre ha sido alguna necesidad la que hemos tenido para sacar adelante un hogar que creíamos, en algún momento de nuestra existencia, que no respondía a las expectativas que teníamos. Remodelar alguna habitación, cambiar los muebles, redistribuirlos de alguna manera o agrandar alguna habitación son aspectos a los que nos hemos tenido que enfrentar en alguna ocasión y que, desde luego, han hecho posible que nuestro bienestar se haya incrementado en algún momento concreto. Seguramente, esto haya contribuido a hacer de una vivienda o un piso un verdadero hogar.
En un gráfico que fue publicado en la página web de Statista se indicaba cuál fue el gasto de los hogares españoles en mobiliario, equipamiento del hogar y gastos corrientes de conservación de la vivienda desde el año 2005 hasta 2022. Como podemos ver, desde 2005 hasta 2010 esta cifra estuvo en torno a los 9.000 millones de euros y después la cifra fue bajando como consecuencia de la crisis económica que comenzó entre los años 2007 y 2008 y que se extendió durante siete y ocho largos años. En 2014 se alcanzó un punto mínimo con 6.200 millones de euros y, desde entonces y solamente con la excepción del año 2020, el crecimiento ha sido total hasta alcanzar los 9.200 millones de euros en el año 2022.
Una de las cosas que se está poniendo de moda en materia de decoración tiene que ver con la apuesta por los bustos. Digamos que es una manera que tenemos de honrar a personas a las que hemos conocido y que han tenido una influencia muy grande a lo largo de nuestra vida, o familiares que ya no están y a los que queremos homenajear. También puede ser que nos guste tener alguno de nosotros mismos, ¿por qué no? Sea como sea el gusto de cada uno, la verdad es que incorporar un busto en determinadas zonas de nuestra vivienda, como lo pueden ser la entrada o el salón, es algo que ya no resulta tan raro como lo podría ser hace algunos años.
Con independencia de para qué sea el busto que hemos pedido o de quién sea, es importante que el acabado y su producción sea la mejor posible. Y, para ello, el proceso siempre debe contar con las mejores posibilidades y ajustarse a cómo sea la persona o mascota de la que estamos intentando realizar un busto. Dicen en Bustos Personalizados que el trabajo suele gozar de una calidad mucho mayor si, en lugar de con fotografías, se inicia el proceso a través de una digitalización 3D. Pero es verdad que hay veces en las que hay que usar la fotografía si la persona o mascota de la que queremos hacer el busto tiene problemas para quedarse quieta durante unos minutos.
Los resultados son muy buenos y los bustos cumplen con el cometido para el que se les creó. Y los acabados son lo suficientemente buenos como para que todo el mundo quiera presumir de ellos y colocarlos en un lugar de nuestra vivienda que sea visible. Este es uno de los motivos por los que hay muchas personas que han empezado a apostar por los bustos como un elemento de decoración de primer nivel para su hogar. Y no es para menos. Además, por cierto, esto no es algo propio de personas pudientes, es un elemento que a todos y todas nos va a resultar accesible.
Estamos seguros de que esa demanda de bustos va a seguir creciendo de cara a los años que están por venir. A medida que vamos accediendo a domicilios de conocidos o amigos y vamos viendo elementos de decoración como estos, sentimos que los vamos necesitando en nuestro propio hogar. Es lo que está haciendo que esa demanda crezca y crezca. La popularidad de estos elementos no ha estado mejor trabajada en ningún otro momento anterior y la verdad es que el margen de crecimiento del que disponen es todavía muy amplio. Y es posible que continúe creciendo durante bastante tiempo más.
Los bustos le comen terreno a los cuadros
Podríamos decir que, en otros tiempos, una de las mejores maneras que teníamos de honrar a alguien tenía que ver con nosotros era a través de un cuadro. Respondía a una tendencia de otra época, una época que ya ha pasado y cuyo cambio ha traído asociada una nueva tendencia, que viene siendo la de incorporar bustos en lugar de cuadros para honrar y homenajear a las mismas personas. Este es uno de los ejemplos que mejor ponen de manifiesto el cambio que vivimos y que, desde luego, genera una influencia en la vida de las personas y en el modo en el que afrontar su día a día en el hogar.
Ocurre algo parecido con todo lo que tiene que ver con las fotografías que se suelen instalar en las estanterías o en las mesillas de noche. Lo importante no es tener una cosa o la otra, lo verdaderamente importante tiene que ver con adquirir aquello que creamos que va a quedar mejor para nuestro hogar y que nos va a proporcionar una mayor comodidad con nuestro hogar. De eso va a depender en buena medida la felicidad que vayamos a adquirir durante nuestra rutina habitual y que tanta importancia va a tener en nuestra salud mental, que es algo que guarda una relación mucho más grande de lo que nosotros creemos con la vivienda en la que estamos residiendo.
El dato relativo a la decoración que te mostrará su importancia
Hay un dato que queremos resaltar porque tiene una incidencia directa en todo aquello que estamos comentando. Y es que, de acuerdo a lo que apunta una noticia publicada en The Objective, se está produciendo un boom del interiorismo y la decoración, disparándose la demanda en un 50% en los últimos tiempos. Esto no puede ser fruto de la casualidad. Nada crece en un 50% por casualidad. Es la explicación de algo e implica que se está produciendo el cambio del que os estábamos hablando más arriba: el que implica dejar de usar cuadros para apostar por bustos.
Hay una cosa que es interesante en relación a todo esto y es que la necesidad de decorar una vivienda y el aumento de la demanda de cuestiones ligadas a esto contrasta con el descenso en el número de operaciones de compraventa de viviendas en España. En otras palabras: la gente está dejando de comprar viviendas para apostar por una mejora en la decoración de las que ya tiene. Eso es sintomático: por un lado, somos conscientes de lo complicado que se encuentra el mercado inmobiliario y, por el otro, valoramos más que nunca lo que tenemos aunque haya que incorporarle algún que otro cambio.
La que hemos comentado es una decisión inteligente porque, por mucho que nos genere comodidad la vivienda en la que residimos ahora mismo, siempre tendremos la posibilidad de cambiar esa realidad con una reforma. Y siempre será mucho más barato hacer esto que cambiar de vivienda tal y como está el mercado inmobiliario en este preciso instante. Daros cuenta de que, en caso de que tuvierais que cambiar de vivienda o quisierais hacerlo, para obtener el capital suficiente quizá tendríais primero que vender en la que vivís ahora, algo que nadie os puede garantizar a día de hoy. O, como mínimo, no podréis venderla al precio que queráis hacerlo, siempre hay que contar con hacer una rebaja al potencial comprador para que acepte y podamos recibir el dinero.
Nunca descartéis reformar la vivienda en la que estáis viviendo a día de hoy. Han sido muchas los casos de familias que solamente se planteaban un cambio de vivienda en un principio pero que terminaron transformando su visión después de analizar cómo podría quedar su vivienda actual tras una reforma. Y tenemos que decir que todas estas personas son felices a día de hoy en la vivienda en la que residen. Un lavado de cara puede ser una idea mucho más efectiva y más barata que cambiar de vivienda. De ese modo saldremos ganando mucho más de lo que habíamos pensado en un principio y tendremos argumentos para seguir disfrutando de la vida que nos hemos ganado a pulso.
