Rutinas nocturnas de Personas Exitosas

Fue leyendo un artículo sobre las rutinas nocturnas de diferentes personas de mucho éxito como me di cuenta de que no estaba haciendo las cosas del todo bien.

Y es que desde que había decidido hacerme autónoma mis jornadas pasaban de las 12 horas al día trabajando. Muchas veces no llegaba a dormir ni cinco horas y sabía que no podía seguir así.

La historia de Arianna Huffington me llamó especialmente la atención. En 2007, 2 años después de lanzar Huffington Post, Arianna Huffington colapsó en su casa una noche, después de desvelarse para completar sus tareas, cayó al suelo, se golpeó el cráneo y quedó tendida sobre un charco de sangre.

Ésta fue, a decir de la empresaria, una fuerte llamada de atención. No tuvo más remedio que dejar de trabajar 18 horas y aumentar sus horas de sueño. Ahora la empresaria greco americana es una gran defensora de “descansar en tu camino al éxito” y de dormir al menos 8 horas por la noche.

De hecho, ha escrito un libro sobre el tema y también ofrece conferencias y charlas TED al respecto.

En una línea parecida se encuentra el mismísimo Bill Gates, ávido lector, disfruta de leer todas las noches antes de dormir. El que es cofundador de Microsoft devora desde biografías inspiradoras hasta tomos exclusivos de historia, textos filosóficos y también ensayos políticos “leo por lo menos una hora por la noche”. El multimillonario de 59 años cree que 7 horas de sueño son suficientes para maximizar su creatividad al día siguiente.

Lo que está claro es que un descanso adecuado es fundamental para que en el largo plazo las cosas salgan bien.

La verdad es que, era consciente de que siempre existen ciertos límites y empecé a tomar consciencia de ello para reducir a la mitad mis horas de trabajo diario. Ello podía implicar ganar un poco menos, pero sabía que al largo plazo iba a ser mucho mejor.

Para reducir el número de horas que necesitaba para tener todo a punto en mi empresa necesité, como no, delegar algunas cosas a segundas personas. Fue así como di con estos abogados de un despacho en Santander a los que pude dejar al cargo de toda la contabilidad de mi empresa que a mí me suponía mucho tiempo, más porque estaba aprendiéndolo todo sobre la marcha.

Así que de dedicarle alrededor de 10 horas diarias pasé a dedicar a mi trabajo 8 horas y a dormir también 8 horas todas las noches. Empecé a dedicarme auténticas rutinas de descanso antes de acostarme con un buen baño relajante seguido de un poco de lectura antes de dormir.

Empecé a ser mucho más productiva y también se me ocurrían mucho mejores ideas de esta manera, no sé cómo pude tardar tanto tiempo en reaccionar porque en realidad el sentido común ya me alertaba de que cuando me saturaba de trabajo no rendía bien.

En Suecia están probando con las Jornadas Laborales de 6 horas

En este sentido, también me gustó mucho el experimento que se han propuesto realizar ciertas empresas en Suecia probando entre sus trabajadores jornadas de 6 horas en lugar de 8.

Al parecer, las claves de este estudio se encuentran en afirmar que se gana en productividad con jornadas de 6 horas, ya que, de este modo, los trabajadores están al 100 por 100 de sus energías y cuando trabajan están a lo que están, realmente comprometidos con su tarea.

Lo cierto es que, pensándolo bien esto de trabajar una media de 8 horas viene de antaño, de los tiempos en que se trabajaba en el campo y las jornadas laborales dependían de las horas de sol. Si bien, las cosas han cambiado mucho desde entonces y con las nuevas tecnologías los nuevos modelos de trabajo suponen continuos cambios y nuevos planteamientos.

Al ser mi propia jefa, traté de probar esta hipótesis sueca de las 6 horas de trabajo diarias y, lo cierto, es que me sorprendí de lo mucho que tendía a procrastinar y perder tiempo en el que ya no era productiva.

Tiempo que empecé a dedicar a hace deporte, a descansar más, con ello también era más creativa y mejoraba mucho en el trabajo.

La verdad es que es un mito lo de que a más horas mejor trabajo, en este caso (y en algunos más) estoy con Suecia. La ecuación perfecta está en las 6 horas de trabajo y 8 de sueño.

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