Ya lo dijo el filósofo Aristóteles. “La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto”. O lo que es lo mismo, que todas las cosas en exceso o en carencias son malas. Los extremos son malos. Y no, no nos referimos a los partidos políticos, hoy nos referimos a nuestro deporte favorito: el silloball.
Ya sabemos que para algunas partes de nuestro cuerpo, es ideal, per como decía el griego, todo en su punto justo. El sillonball viene bien para descansar mente y cuerpo, pero cuando esto se pasa a ser una obsesión pues comenzamos a sufrir otras dolencias, como ya te hemos contado en anteriores artículos. Y tenemos una parte de nuestro cuerpo que sufre mucho el sedentarismo. ¿Cuál? Pues la dentadura. Son muchos los expertos en odontología que avanzan que existe mucha correlación entre problemas de salud que vienen de la boca con no hacer ejercicio, o simplemente estar todo el día en el sillón sin hacer nada. Por eso, nos ponemos en manos de profesionales, en este caso con los odontólogos de la clínica dental Suárez para que nos digan lo que tenemos que hacer en estas situaciones.
Estudios confirmados
Como te decimos, existen muchos estudios que manifiestan la relación que existe entre ambos problemas, ya que comparten factores de riesgo. Una persona a la que le cuesta mantener unos buenos hábitos de vida, tampoco será en principio capaz de cuidar su salud bucal y sus encías. Por eso, aunque nos guste mucho lo de hacer sillonball, de vez en cuando hay que levantarse. Y sobre todo, si lo hacemos levantarnos para lavarnos los dientes. Una práctica que tiene que ser obligatoria. Y es que, el que nos guste estar frente al televisor no tiene que ver nada con la higiene.
Estamos seguros que si alguien comprueba como tiene un problema en el brazo, en la pierna o en los ojos, no coja el teléfono y llame al médico. Pues bien, cuando sentimos que tenemos un problema en los dientes, hay que hacer lo mismo. Sin embargo, son muchas las personas que aguantan, aunque vean que sangran, o que tienen un dolor en los dientes. Algo que no acabamos de comprender. Por eso, en cuanto tengas un dolor hay que ponerse en contacto con los profesionales de la odontología. Es el primer paso en busca de la salvación.
Si estamos mucho tiempo en el sofá o el sillón nos puede llegar enfermedades periodontales. Lo curioso es que se pueden prevenir fácilmente cambiando muchos hábitos negativos y estilos de vida poco recomendables. Estamos hablando de dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, llevar una dieta equilibrada, tratar de minimizar el estrés y sobre todo hacer deporte mínimo dos o tres días a la semana. Con estos sencillos consejos nuestra boca lo agradecerá. Así que es el momento de levantarnos de la silla y hacer algo de deporte. No todo va a ser ver a los profesionales.
La periodontitis y la gingivitis son las dos enfermedades más habituales de las que se encarga esta rama odontológica. Asimismo, la periodoncia también se dirige a prevenir y tratar la periimplantitis. Conocer en profundidad los tejidos adyacentes de las piezas dentales permite al experto analizar y diagnosticar la patología oral en todas sus fases.
Gingivitis
Cuando aparece la primera inflamación y sangrado de encías que no llega a afectar al hueso. Se trata de una fase reversible de la enfermedad periodontal.
Periodontitis
En sus fases más avanzadas se produce la destrucción de los tejidos blandos y del soporte óseo que puede ocasionar la pérdida de las piezas dentales.
Y cuando tengamos la boca sana, será el momento de ponerla bella. Una vez que el paciente goza ya de una buena salud oral y no tiene ningún tipo de patología, se realiza un estudio pormenorizado de sus rasgos faciales y de la forma interna de su boca, con el fin de ofrecerle las mejores alternativas estéticas según sus deseos y necesidades.
Con el análisis de las facciones, medidas y proporciones del paciente, podemos pasar a una fase que nos gusta especialmente por los grandes resultados que ofrece: la del diseño de su sonrisa. Y es que todas las cosas van mejor cuando mostramos nuestra mejor sonrisa. ¿Verdad?
Ahora ya sabes que no siempre estar practicando sillonball nos arregla los problemas. Hay que saber combinar la vida sana con saber descansar en nuestro sofá. Si tienes alguna duda, solo tienes que recordar a Aristóteles.