Dormir es una necesidad esencial de todo ser humano, todos sabemos por experiencia que cuando no se duerme, se rinde mucho menos en el trabajo, disminuye nuestra capacidad de atención, concentración, memoria, nos volvemos más irritables, ansiosos, aumentan los dolores de cabeza, trastornos digestivos, rendimos menos en actividades deportivas, etc. La respuesta a todo ello es, según estudios realizados, que el cerebro desarrolla una actividad intensa durante el sueño y realiza funciones muy importantes para el mantenimiento del equilibrio físico, psíquico y mental en las personas, es decir mientras el cuerpo descansa se asienta la información aprendida y se memoriza. Lo que conocemos como un “buen sueño” es aquel que tiene una duración suficiente y reparadora.
Existen una serie de consejos o reglas básicas conocidas como reglas del buen sueño que nos ayudan a mejorar la calidad del sueño, como pueden ser:
- Mantener unos horarios de sueño. Debemos intentar acostarnos y despertarnos siempre a la misma hora, incluso los fines de semana, sin importar cuánto se haya dormido por la noche, es decir si se duerme poco por la noche igualmente se debe levantar uno a la misma hora por la mañana, evitando despertarse más tarde.
- Si no logras dormir evita mirar constantemente el reloj y dar vueltas en la cama, pues de este modo únicamente lograrás aumentar la inquietud y ansiedad. Es preferible que te levantes y realices alguna actividad repetitiva o relajante, como escuchar música, leer, etc.
- Un baño caliente por la noche. Es una costumbre que resulta relajante, tranquilizadora y que facilita el sueño.
- Evitar las siestas. Si se presentan problemas de insomnio, se deben evitar las siestas durante el día, sobre todo las prolongadas, y evitar quedarse dormido por la noche frente al televisor.
- Actividad física. Es aconsejable la realización de todo tipo de actividad física durante el día, si bien se debe evitar por la noche o inmediatamente antes del horario de sueño.
- Evita la ingesta de cenas copiosas y ricas en proteínas y grasas como carne, huevos, queso graso, etc. que hacen una digestión más difícil y lenta, por lo que la dificultad para dormirse aumenta. Así mismo debe evitarse el consumo de bebidas estimulantes como el café, té, Coca-Cola, etc. que pueden alterar el ciclo del sueño.
- Antes de acostarse se debe evitar realizar actividades que exijan una mayor actividad mental como realización de estudios, trabajos en el ordenador, etc. Existen estudios que demuestran que la luz emitida por el ordenador y tabletas obstaculiza la producción de melatonina, una hormona producida en el cerebro y que entre otras funciones tiene la de ayudar a regular el ciclo del sueño.
- La habitación. El dormitorio debe tener una temperatura adecuada, que no haga demasiado frío ni demasiado calor, con unas luces suaves y un ambiente relajado, que tenga el poder de tranquilizarnos por lo debemos huir de colores estridentes o demasiado intensos. En este sentido, si no tenéis claro que colores son los más apropiados, nosotros os aconsejamos que lo dejéis en manos de ApliService, ya que ellos son expertos en pinturas y disponen de una extensa carta de colores, acabados y sistemas de pintura decorativa para que puedas elegir lo que mejor se adapte a tu hogar, así como ellos te aconsejarán desde su experiencia de más de 25 años dando soluciones a particulares y empresas de manera individual.
¿Cuáles son los alimentos recomendados para su consumo por la noche?
Tal y como os hemos dicho, lo mejor es evitar cenas copiosas y, para ello, lo mejor es optar por:
- Especialmente la lechuga, achicoria roja, calabaza, nabos, col, ajo.
- Legumbres, huevos cocidos.
- Carne preferiblemente blanca como pollo, pavo o conejo.
- Pescado preferiblemente blanco, cocido, a la plancha o al vapor.
- Pasta, arroz, cebada, pan y todos aquellos alimentos que contengan triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina y de la melatonina, por sus efectos favorecedores del sueño y que propicia el equilibrio mental.
- En cuanto a la fruta las que más triptófano contienen son el plátano, piña, aguacate, cerezas, frutos rojos y ciruelas. Además, son ricas en vitaminas, minerales y magnesio que favorece la relajación.
- Especies como la albahaca, la menta o la mejorana.
- Infusiones endulzadas con miel.
- Un vaso de leche caliente. Tomar una bebida caliente aporta una mayor relajación y además durante la digestión la leche también lleva al torrente sanguíneo elementos que favorecen un buen sueño nocturno gracias a sustancias que pueden reducir el insomnio y el nerviosismo y que también están presentes en otros alimentos como el queso fresco y el yogur.
- Frutos secos. Los pistachos, las almendras, las avellanas, las nueces, los anacardos o los cacahuetes también contienen triptófano.