Falta mes y medio para Navidad y ya estoy hasta las narices de las lucecitas, los renos de nariz roja y las bolitas de colores. Cada año ponen antes todo este tipo de decoración en las grandes superficies y cada año me molesta más este impulso compulsivo de la sociedad para comprar cosas que no necesitan.
Los supermercados ponen los turrones a finales de octubre
Tal vez ahora me estáis imaginando como a una especie de Señora Scrooge sacada del “Cuento de Navidad” de Dickens: enfadada con el mundo, ávara, gruñona y sin saber lo que es una sonrisa pero ya os adelanto que no encajo, para nada, en esa descripción. No odio la Navidad, de hecho me gusta mucho, sobre todo ahora que hay niños pequeños en la familia, pero es que los comercios adelantan tanto los productos y los adornos que cada vez veo más la parte capitalista y mucho menos la idealista. Qué aún falta mes y medio para Navidad y en Mercadona, Carrefour y Lidl ya tienen puestos los estantes de turrón… qué entras a los Centros Comerciales y ya ves mogollón de tiendas con escaparates llenos de adornos para que puedas empezar a comprar la nueva decoración para este año. Si esos productos tuvieran fecha de caducidad estoy segura que se cumpliría la fecha límite antes de que llegará el día D.
Este año quiero huir un poco de todo eso. No del ambiente navideño en sí, de hecho cuando el ambiente está en las fechas correspondientes me encanta, sino de todos los compromisos obligados, de lo de pasarte un día adornando el salón y de pijadas similares, por eso hemos decidido pasar una navidad de ensueño, a cuerpo de rey, y estamos dudando entre ir a un hotel de la cadena Mercer Hoteles o al Golf Resort de La Manga del Mar Menor que también es una auténtica pasada.
No es que yo vaya a jugar mucho al golf, y mucho menos esos días, pero me han dicho que la navidad en Rodagolf es preciosa y, por otro lado, los hoteles de la cadena Mercer son muy famosos por los servicios que ofrecen, sobre todo en Navidad, así que no sabemos muy bien hacia dónde tirar.
Mercer tiene hoteles en Barcelona, Burgos y Sevilla y Rodagolf está en La Manga, en Murcia. Por clima me iría a Burgos porque en esas fechas lo que apetece es que haga frío ¿verdad? A mí eso de una Navidad a 24 grados no me gusta nada y os puedo asegurar que en la costa mediterránea las ha habido, pero es que eso de estar en un resort con todo incluido me llama mucho y he ahí el dilema.
¿Os imagináis en un salón con todo adornado, adornos que además no has puesto tú, en el que puedes levantar la mano y pedir un chocolate caliente? Buah… yo quiero eso y más. Quiero ver calcetines colgando de la chimenea, al estilo americano, y quiero que me sirvan cenas y comidas de lujo durante toda la estancia, con vinos gourmet. Pero lo mejor de todo es olvidarme de la obligada cena familiar, comida con las tías, día de feria con los suegros y demás compromisos que no tenemos ganas de cumplir pero a los que nos vemos abocados, sí o sí.