Aunque sabes que nos gusta que disfrutes de tu casa sentado o, a poder ser, acostado, crear espacios donde reunirte con amigos y realizar alguna actividad tranquila y confortable te reportará muchos beneficios, especialmente si dispones de un espacio adecuado para ello.
Los sótanos espaciosos y las buhardillas diáfanas en desuso son el lugar ideal para crear una sala de ocio. Mesa de billar, dardos, mesa de ping-pong… Esta última te da mucho juego, ya que, al ser plegable, puedes arrinconarla y utilizar la sala como un espacio multifuncional si así lo prefieres.
Si optas por el billar, recuerda ubicar la mesa en una zona lo suficientemente amplia como para posibilitar moverse sin dificultad alrededor de la mesa utilizando el taco, por lo que deberás dejar un espacio de al menos un metro y medio alrededor de todo el perímetro. Jugar a los dardos es muy divertido, pero no olvides que la puntería no suele ser infalible y que más de uno puede agujerear las paredes, así que forrar una parte de corcho para colocar la diana puede ser una solución eficaz; además, el corcho absorbe el sonido y te ayuda a insonorizar la sala de posibles ruidos si no quieres molestar al resto de habitantes de la casa.
Puedes ampliar tu sala de juego con una zona de estar, a elegir entre mesas y sillas o mesa de centro con sofá, sillones y pufs, y añadir un arcón o una estantería con libros, juegos de mesa y películas, creando así un emplazamiento de juego convertible en sala de cine. Entre las opciones de visionado, puedes optar por la pantalla panorámica insertada en la pared o por utilizar proyector si dispones de una pared blanca y lisa. Ambas te ayudarán a ahorrar espacio para poder disfrutar de un rincón de relax versátil.