Con el paso de los años, cada vez somos más a los que nos amarga salir de casa cada día y, por ello, cada vez que tenemos una jornada de ocio o de descanso, optamos por tirarnos en el sofá y disfrutar de la relajación que nos produce poder estar un día entero sin hacer nada ni que nadie nos perturbe nuestro descanso. No obstante, a pesar de ello, en ocasiones tenemos ganas de acudir a algunas de las fiestas a las que nos han invitado, unas celebraciones a las que iríamos encantados, sino fuera porque hay que pasar demasiadas horas de pie y, en definitiva, de las que volveríamos bastante cansados.