Aquí no creemos en el no money, no party. Si bien la escasez de presupuesto limita verdaderamente las posibilidades, una fiesta se puede organizar y llevar a cabo con cuatro duros. Es más, puedes saltarte las tradiciones y convertirte en el más trendy con cambios baratos que no se disculpen en que tu economía se ha vuelto low cost. ¡Y más aún tratándose de Nochevieja!